Domingo 15 de junio de 2025

Primera lectura:  Proverbios 8,22-31

Salmo responsorial: 8

“Señor, dueño nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra”

Segunda lectura: Romanos 5, 1-5

Evangelio: San Juan 16,12-15

           En aquél tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que  oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mi lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.

VIVIMOS EL EVANGELIO

           A los discípulos les está costando comprender la vida y la muerte de Jesús. En definitiva, su misión en este mundo. En varias ocasiones se les oye decir “nosotros pensábamos”, el Señor es consciente de su dificultad y por ello les promete y garantiza que, cuando reciban el Espíritu de la verdad, les guiará y les revelará la sabiduría necesaria para comprender el proyecto de Dios. Les dará la posibilidad de amar como Jesús. También hoy cada seguidor de Jesús ha recibido la fuerza del Espíritu. Gracias a esa fuerza viven con amor y esperanza. Y su experiencia los anima a compartir con los que caminan a su lado el gozo de ser discípulos del Señor. La Trinidad es nuestro modelo de comunidad y por lo tanto nos debe animar a vivir un amor compartido en comunidad. Padre, Hijo y Espíritu, en perfecta armonía, nos compromete a vivir felices en solidaridad total con el otro dejando a un lado nuestro individualismos.
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El verano, otro ritmo para vivir la intensidad del Evangelio

Un verano para crecer en la fe, vivir la liturgia con renovado entusiasmo y descubrir la presencia de Dios en los diferentes caminos de la vida.

              Con el verano, se termina el curso escolar y muchas actividades habituales se detienen. Aun así. La vida de fe, de la comunidad parroquial y de la liturgia no se detienen. Al contrario: este tiempo puede convertirse en una oportunidad para profundizar en la relación con Dios y redescubrir la riqueza de su Palabra. El 29 de junio tenemos una de las fiestas más significativas: la solemnidad de San Pedro y San Pablo. Solemnidad evoca el carácter y la esencia apostólica de nuestra fe, la misión de la Iglesia y el testimonio de los apóstoles, tal como dice Jesús a Pedro: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18), recordándonos la solidez de nuestra fe. Retomamos el tiempo ordinario siguiendo el evangelio según san Lucas, que nos invita a profundizar en la misericordia de Dios y en el camino del discípulo que sigue a Cristo con fidelidad y confianza. Los tres primeros domingos de julio leeremos casi la totalidad del capítulo 10 del evangelio de san Lucas. El ritmo pausado del verano puede servir para una lectura reposada de la Palabra de Dios, que es siempre fuente de vida, luz y sabiduría. Además, los desplazamientos veraniegos pueden ser una oportunidad para conocer a otras comunidades cristianas y participar en sus celebraciones. Un verano para crecer en la fe, vivir la liturgia con renovado entusiasmo y descubrir la presencia de Dios en los diferentes caminos de la vida. Carles Cahuana, misa dominical
 

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Descarga aquí el programa de la Bajada de Ntra. Sra. del Pino

Aqui puedes ver y/o descargar el programa de actos elaborado con motivo de la 52 Bajada de Ntra. Sra. del Pinopatrona de la diócesis de Canarias. Esta edición será especialmente significativa, ya que, por primera vez, la venerada imagen visitará los municipios de Santa Lucía de Tirajana y Telde, además de Las Palmas de Gran Canaria, en la Catedral de Canarias, adonde llegará la peregrinación en la tarde del sábado 31 de mayo. Los actos de esta 52ª Bajada se celebrarán entre el 26 de mayo y el 15 de junio.

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La Asociación de la Medalla Milagrosa de Gran Canaria invita a todos sus integrantes, socios, familiares y miembros de las diferentes ramas de la Familia Vicenciana a la Peregrinación a Moya

En el año de la Esperanza y de los 400 años de la Fundación de la Congregación de la Mision. Nos ponemos en camino con María para testimoniar nuestra Fe a Jesucristo Evangelizador de los pobres.

La Asociación de la Medalla Milagrosa de Gran Canaria invita a todos sus integrantes, socios, familiares y miembros de las diferentes ramas de la Familia Vicenciana a la Peregrinación a Moya, en el año de la Esperanza y de los 400 años de la Fundación de la Congregación de la Mision. Nos ponemos en camino con María para testimoniar nuestra Fe a Jesucristo Evangelizador de los pobres.
La Peregrinación será el día sábado 28 de junio. La salida será a las 10:00h aproximadamente desde su parroquia o comunidad. El punto de encuentro será el ayuntamiento de Moya. Asimismo, a las 12h tendremos la Santa Misa en la Parroquia. Luego, el almuerzo, terminando con el rezo del Santo Rosario. Si todo va bien, terminaríamos a las 17h aproximadamente.
La movilidad y la comida lo pueden coordinar con cada parroquia o centro local de AMM.
Los esperamos… «Con María Milagrosa nos ponemos en camino»,
Atte,
La AMM-Gran Canaria

LOS MISIONEROS Y MISIONERAS, TESTIGOS DE LA ESPERANZA Y DE LA ALEGRÍA PASCUAL

Los misioneros y misioneras se convierten en testigos de una esperanza cierta que ni la muerte puede con ella, porque cimentan su vida y su opción evangelizadora en Aquel que derrotó para siempre la muerte.

                No hace mucho, cayó en mis manos una entrevista con un escrito español famoso, Javier Cercas, que acaba de publicar una especie de novela de no ficción sobre el Papa Francisco: “El loco de Dios en el fin del mundo”. En dicha conversación, este escritor comienza confesándose ateo y anticlerical irredento. Pero añade que, en sus encuentros con personas creyentes, ha descubierto algunas cosas importantes. Entre otras, la realidad de unos cristianos un poco “locos”: los misioneros y misioneras.
                Textualmente dice sobre ellos y ellas: “Son personas hechas de otra pasta. Lo han dado todo por los demás: sus carreras académicas, su afectividad, sus familias y sus hogares. Están peleando en todo el mundo para abrigar a los muertos de frío, dar de comer a los muertos de hambre y dar de beber a los muertos de sed. Es imposible no admirar la labor de los misioneros y misioneras”.
                Evidentemente, Javier Cercas también se pregunta de dónde sale esa fuerza interior, esa “Locura”, de esos creyentes especiales que son los misioneros y misioneras. Y responde taxativamente: la fe vivida con una entrega auténtica y con una convicción granítica.
                Sin embargo, el nombrado escritor se ha quedado un poco corto, siendo mucho lo que dice sobre los misioneros y misioneras. Porque a la fe hay que añadir la firme esperanza que procede de Cristo Resucitado. Y así, los misioneros y misioneras se convierten en testigos de una esperanza cierta que ni la muerte puede con ella, porque cimentan su vida y su opción evangelizadora en Aquel que derrotó para siempre la muerte.
                Cuando se dice que hay una relación estrecha entre los misioneros y misioneras y el gozo de la Pascua, estamos afirmando que estos hombres y mujeres pueden soportar peligros, amenazas, problemas, cansancios… porque viven una verdad incontrovertible: que Cristo Resucitado ha abierto de par en par las ventanas de la esperanza y ha hecho posible que la muerte se transforme en vida, la oscuridad en luz, la injusticia en justicia y misericordia y la inhumanidad en solidaridad fraterna.
                Además, desde el acontecimiento decisivo de la Resurrección de Cristo, los misioneros y misioneras son conscientes de que han sido elegidos para representar, en los lugares más pobres y periféricos del planeta, el abrazo amoroso y la bondad entrañable del buen Dios. Por eso, se sienten enviados por el espíritu del Resucitado para ser sus testigos hasta los últimos confines de la tierra (Cf. Hch 1, 8). Una de las características del verdadero testigo del Resucitado es la alegría. Los misioneros y misioneras no maquillan ni edulcoran frívolamente el dolor y la injusticia. Al contrario, la alegría pascual es una fuerza luchadora y transformadora alentada por la esperanza. Es, en definitiva, un signo luminoso de que merece la pena dar la vida por aquellos a los que se les ha arrebatado hasta las ganas de vivir.  P. Celestino Fernández, CM

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO DOMINGO DE RESURRECCIÓN

¡Cristo ha resucitado, está vivo! 

María Magdalena, al ver que la piedra del sepulcro había sido retirada, salió corriendo para avisárselo a Pedro y a Juan. También los dos discípulos, al recibir la desconcertante noticia, salieron y —dice el Evangelio— «corrían los dos juntos» (Jn 20,4). ¡Todos los protagonistas de los relatos pascuales corren! Y este “correr” expresa, por un lado, la preocupación de que se hubieran llevado el cuerpo del Señor; pero, por otro lado, la carrera de la Magdalena, de Pedro y de Juan manifiesta el deseo, el impulso del corazón, la actitud interior de quien se pone en búsqueda de Jesús. Él, de hecho, ha resucitado de entre los muertos y, por eso, ya no está en el sepulcro. Hay que buscarlo en otra parte.
Este es el anuncio de la Pascua: hay que buscarlo en otra parte. ¡Cristo ha resucitado, está vivo! La muerte no lo ha podido retener, ya no está envuelto en el sudario, y por tanto no se le puede encerrar en una bonita historia que contar, no se le puede reducir a un héroe del pasado ni pensar en Él como una estatua colocada en la sala de un museo. Al contrario, hay que buscarlo, y por eso no podemos quedarnos inmóviles. Debemos ponernos en movimiento, salir a buscarlo: buscarlo en la vida, buscarlo en el rostro de los hermanos, buscarlo en lo cotidiano, buscarlo en todas partes menos en aquel sepulcro.
Buscarlo siempre. Porque si ha resucitado de entre los muertos, entonces Él está presente en todas partes, habita entre nosotros, se esconde y se revela también hoy en las hermanas y los hermanos que encontramos en el camino, en las situaciones más anónimas e imprevisibles de nuestra vida. Él está vivo y permanece siempre con nosotros, llorando las lágrimas de quien sufre y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros.
Por eso la fe pascual, que nos abre al encuentro con el Señor Resucitado y nos dispone a acogerlo en nuestra vida, está lejos de ser una solución estática o un instalarse tranquilamente en alguna seguridad religiosa. Por el contrario, la Pascua nos impulsa al movimiento, nos empuja a correr como María Magdalena y como los discípulos; nos invita a tener ojos capaces de “ver más allá”, para descubrir a Jesús, el Viviente, como el Dios que se revela y que también hoy se hace presente, nos habla, nos precede y nos sorprende. Como María Magdalena, cada día podemos sentir que hemos perdido al Señor, pero cada día podemos correr a buscarlo de nuevo, sabiendo con seguridad que Él se deja encontrar y nos ilumina con la luz de su resurrección.
Hermanos y hermanas, esta es la esperanza más grande de nuestra vida: podemos vivir esta existencia pobre, frágil y herida, aferrados a Cristo, porque Él ha vencido a la muerte, vence nuestras oscuridades y vencerá las tinieblas del mundo, para hacernos vivir con Él en la alegría, para siempre. Hacia esa meta, como dice el apóstol Pablo, también nosotros corremos, olvidando lo que se queda a nuestras espaldas y proyectándonos hacia lo que está por delante (cf. Flp 3,12-14). Apresurémonos, pues, a salir al encuentro de Cristo, con el paso ágil de la Magdalena, de Pedro y de Juan.
El Jubileo nos llama a renovar en nosotros el don de esta esperanza, a sumergir en ella nuestros sufrimientos e inquietudes, a contagiar con ella a quienes encontramos en el camino, a confiarle a esta esperanza el futuro de nuestra vida y el destino de la humanidad. Y por eso no podemos aparcar el corazón en las ilusiones de este mundo ni encerrarlo en la tristeza; debemos correr, llenos de alegría. Corramos al encuentro de Jesús, redescubramos la gracia inestimable de ser sus amigos. Dejemos que su Palabra de vida y de verdad ilumine nuestro camino. Como dijo el gran teólogo Henri de Lubac, «debe bastarnos con comprender esto: el cristianismo es Cristo. No es, en verdad, otra cosa. En Jesucristo lo tenemos todo» (Las responsabilidades doctrinales de los católicos en el mundo de hoy, Madrid 2022, 254).
Y este “todo”, que es Cristo resucitado, abre nuestra vida a la esperanza. Él está vivo, Él quiere renovar también hoy nuestra vida. A Él, vencedor del pecado y de la muerte, le queremos decir:
“Señor, en la fiesta que hoy celebramos te pedimos este don: que también nosotros seamos nuevos para vivir esta perenne novedad. Límpianos, oh Dios, del polvo triste de la costumbre, del cansancio y del desencanto; danos la alegría de despertarnos, cada mañana, con ojos asombrados al ver los colores inéditos de ese amanecer, único y distinto a todos los demás. […] Todo es nuevo, Señor, y nada se repite, nada es viejo.” (cf. A. Zarri, Quasi una preghiera).
Hermanas, hermanos, en el asombro de la fe pascual, llevando en el corazón toda esperanza de paz y de liberación, podemos decir: contigo, Señor, todo es nuevo. Contigo, todo comienza de nuevo.
FRANCISCO

400 años de la fundación de la Congregación de la Misión

       Desde el 25 de enero de este año 2025 hasta el 25 de enero del próximo 2026, vamos a celebrar el 400 aniversario de la fundación de la Congregación de la Misión (Misioneros Paúles). Va a consistir un tiempo especial donde la memoria agradecida del pasado nos lance a vivir el presente con realismo y el futuro con esperanza e ilusión, bajo el lema: “Buena Noticia y Caridad”. La Congregación de la Misión fue fundada por san Vicente de Paúl, el gran santo de la caridad, el 17 de abril de 1625. San Vicente se dio de bruces con la miseria, la marginación, la exclusión social, el abandono pastoral y la ignorancia religiosa del pueblo pobre y sencillo de la ciudad y del campo. Se planteó “hacer algo” para remediar tanto dolor y sufrimiento, y se rodeó de un pequeño grupo de sacerdotes que, al poco tiempo, se convirtió  en una Congregación. Pertenece a las “Sociedades de Vida Apostólica”  y está vertebrada por el carisma vicenciano que se despliega en Misión y Caridad.

En julio de 1704 llegaron a España los primeros misioneros Paúles a Barcelona. Hoy está representada  en nuestro país por dos provincias canónicas: Provincia de Zaragoza y Provincia de San Vicente  de Paúl-España.

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Ver la página WEB del 400 Aniversario de la fundación de la Congregación de las Misiones

Campaña del Enfermo 2025: “En esperanza fuimos salvados” (Rom 8,24).

.Haz Click en el cuadro de la Campaña del enfermo para ver toda la información

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De la Bula del papa Francisco convocando el Jubileo 2025, Spes non confundit. La indulgencia permite descubrir cuál ilimitada es la misericordia de Dios.

No sin razón en la antigüedad el término “misericordia”  era intercambiable con el de “indulgencia”, precisamente porque pretende expresar la plenitud del perdón de Dios que no conoce límites. El sacramento de la penitencia nos asegura que Dios quita nuestros pecados. No hay mejor manera de conocer a Dios que dejándonos reconciliar con Él, experimentando su perdón. Por eso, no renunciemos a la confesión sino redescubramos la belleza del sacramento de la sanación y de la alegría, la belleza del perdón de los pecados. Sin embargo, como sabemos por experiencia personal, el pecado deja huella. Por lo tanto, en nuestra humanidad débil y atraída por el mal, permanecen los efectos residuales del pecado. Estos son removidos por la “indulgencia, siempre por la Gracia de Cristo. La indulgencia, pues, es una experiencia personal intensa de la misericordia y el perdón de Dios.  Hay que motivar el deseo de obtener la indulgencia como don de gracia. CONDICIONES GENERALES: Recibir el sacramento del perdón (se puede recibir en los días o semanas siguientes), participar de la Eucaristía comulgando (o en otro acto litúrgico de las Horas, rosario, vía crucis…), orar por las intenciones del Santo Padre, siempre con la oración del padrenuestro, la profesión de fe y la invocación a santa María. Misa Dominical, enero 2025
 
Ver completa BULA DE CONVOCACIÓN DEL JUBILEO ORDINARIO DEL AÑO 2025
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           ¿Qué es un jubileo? Es un tiempo santo de alegría, una vuelta a Dios y encuentro con Cristo. Momento para el perdón y la reconciliación que nos lleva a transformar la vida y la repone. Nos impulsa a cambiar el corazón y transformar el mundo según el plan de Dios. El papa Bonifacio VIII en el año 1300 convocó el primer jubileo que llamó Año Santo. La periodicidad fue primero de 100 años, después de 50 y posteriormente cada 25 años. En el principio la peregrinación obligaba a la visita a las basílicas romanas. Después se añadirían el signo de la puerta santa y el alcanzar las indulgencias.

Haz Click par más Información de la Diócesis sobre el año Jubileo 2025

Carta pastoral sobre el Año Jubilar 2025

El obispo de la diócesis de Canarias, José Mazuelos, ha escrito una Carta pastoral con motivo del Jubileo 2025.

Aquí puede leer y/o descargar la Carta, que lleva por título La luz de la esperanza, y también el Decreto del obispo sobre el Jubileo 2025 que incluye el anuncio de los templo jubilares en nuestra diócesis. 

Haz Click par más Información de la Diócesis sobre el año Jubileo 2025

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PARROQUIA SAN VICENTE DE PAÚL

· CONFERENCIAS SVP Tendrán su reunión el lunes, día 16, a las 18:00 horas.

· REPARTO ALIMENTOS: Lo tendrán el martes, día 17, a las 12:30 horas.

· GRUPOS QUE PREPARARÁN LA ORACIÓN EL PRIMER LUNES DE MES: Conferencias SVP, Grupo de Vida Ascendente, Renovación Carismática, Liturgia, catequistas, Asociación Medalla Milagrosa (AMM). Pastoral de la Salud.

PARROQUIA SANTA LUISA DE MARILLAC

· ATENCIÓN CÁRITAS: Los lunes de 17:00 – 18:15 horas.


 

 

NOTICIAS DE LA DIOCESIS DE CANARIAS

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Se presenta el cartel oficial de la Bajada de Ntra. Sra. del Pino

Un acontecimiento histórico enmarcado en el Año Jubilar de la Esperanza
La diócesis de Canarias ha presentado este miércoles, 30 de abril, el cartel oficial de la 52ª edición de la Bajada de Nuestra Señora del Pino, realizado por Zenaida González. Un acontecimiento que, en esta ocasión, se celebra dentro del contexto del Año Jubilar de la Esperanza. La imagen de la patrona de la diócesis de Canarias recorrerá el próximo 31 de mayo el tradicional camino desde su Basílica en Teror hasta la Catedral de Canarias, en Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria.
Bajo el lema ‘Camino de esperanza’, esta peregrinación se convertirá en una manifestación multitudinaria de fe, evangelización, unidad y vivencia espiritual para todo el pueblo canario. Esta edición de la Bajada se presenta especialmente emotiva e histórica, ya que, por primera vez, Ntra. Sra. del Pino visitará Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, así como la ciudad de Telde.
Durante la presentación del cartel, Mons. José Mazuelos, obispo de la diócesis de Canarias, destacó el profundo simbolismo de esta Bajada:
“María nos invita a recorrer con ella el camino hacia su Hijo Jesucristo. El color verde, símbolo de la esperanza, nos recuerda los pastos donde el Buen Pastor nos conduce. Queremos que este Año Jubilar sea un tiempo de renovación interior, de fidelidad al Evangelio y de encuentro verdadero con Cristo, guiados por la intercesión amorosa de la Virgen del Pino.”
Por su parte, el obispo auxiliar, Mons. Cristóbal Déniz, explicó la magnitud de los preparativos que implica esta edición:
“Estamos organizando una Bajada de grandes dimensiones, con el valioso apoyo del Cabildo de Gran Canaria, los ayuntamientos implicados y diversas instituciones. Será una celebración histórica que requiere una planificación intensa, y que esperamos vivir con alegría, paz y devoción.”
Finalmente, Jorge Martín de la Coba, rector de la Basílica de Ntra. Sra. del Pino y párroco de Teror, subrayó el sentido del lema que acompaña la peregrinación:
“‘Camino de esperanza’ nos invita a reflexionar sobre tres interrogantes: hacia dónde vamos, cómo caminamos y con quién lo hacemos. Ntra. Sra. del Pino se pone en camino con nosotros para indicarnos la dirección hacia Jesucristo. Esta es una invitación a todos los que puedan sentirse perdidos, para que descubran de nuevo la luz del Evangelio.”
La diócesis de Canarias anima a todos los fieles a sumarse con fervor a esta histórica peregrinación.

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La diócesis invita a una jornada de oración con Exposición del Santísimo por la Bajada de la Virgen del Pino

Con motivo de la 52ª Bajada de Nuestra Señora del Pino, la diócesis de Canarias convoca a todos los fieles a una jornada de oración este domingo 25 de mayo, antes de la Eucaristía. La Exposición del Santísimo Sacramento será en los templos donde estará la imagen de la Virgen del Pino, así como en los tres conventos de vida contemplativa de la diócesis.
El objetivo de esta iniciativa es pedir al Señor frutos espirituales, pastorales y vocacionales durante la visita de la Virgen.

La Exposición tendrá lugar en los siguientes lugares y horarios:
Monasterio del Císter (Teror): 16.30 h
Monasterio Benedictino de la Stma. Trinidad (Santa Brígida): 17.00 h
Monasterio de las Hermanas de Claraval (Telde): 18.00 h
S.I. Catedral Basílica de Canarias (Las Palmas de GC): 18.00 h
Basílica Nuestra Señora del Pino (Teror): 18.00 h
Basílica San Juan Bautista (Telde):18.00 h
Iglesia San Gregorio (Telde): 18.00 h
Iglesia San Rafael Arcángel (Vecindario): viernes 30 de mayo, 17.30 h

Se invita a todas las parroquias a sumarse a esta propuesta.

Jubileo de la Infancia el domingo 1 de junio


La delegación de Iniciación cristiana y Catequesis y la delegación de Misiones invitan a participar en el Jubileo de la Infancia con el lema ‘Sembradores de esperanza’.

Será el domingo 1 de junio de 10.00 a 13.00 horas desde la ermita San Antonio Abad hasta la Catedral, con la participación de la mascota del Jubileo.